lunes, 10 de junio de 2013

¡Ufff!



Por fin me entregaron el exhorto para el Juez de Cuernavaca.

Habían cerca de un centenar de personas en el jugado pegado a la prisión de alta seguridad en Xochi,
Tanta que impiden que los ciudadanos puedan acceder en auto al estacionamiento de los juzgados penales, civiles.
Deben caminar medio kilómetro bajo el abrasador sol.
Llegan con la lengua de fuera y a subir las escaleras.
Luego ni en la plaza de Tepito ve usted tal multitud concentrada en un espacio pequeño.
La juez le grita al ciudadano: --¡Sálgase¡

El anciano quería quejarse de la extraordinaria lentitud de funcionarios como Toño que se rehúsa de plano a cumplir con la orden de la Secretaria del Juzgado para acompañar al peticionario a obtener copias fotostáticas que servirán para la exhortación pedida.
Entonces oye usted a la secretaria de otra secretaría que pregunta si sabe el acusado en caso de divorcio para qué sirve la patria potestad. Contesta:
---Pues pa darnos bandera, himno y soldados al grito de guerra.
En otra una pareja jóvenes espera su turno mientras se miman y acarician a su pequeña de tres años. ¿Por qué se divorcian si se tratan tan bien?, observa Lupita.
Una anciana el pide al lépero de Toño del Civil que si le ´puede escribir en un papel una dirección. Contesta el energúmeno: ---Ni madres. ¡Hágalo usted misma!
La secretaria le regaña porque usted le pide que se apure a entregarle un recibo.
---Aquí todo mundo espera su turno. Si usted está enfermo ni venga. Al juzgado no le interesa que sea usted vejarro o jovenzuelo despistado. Aquí están todos para esperar horas...
Por fin sale como tromba y va al banco. Paga y regresa. La oficinista espera $$$, por haberse "apurado"...
Usted no hace lo que el otro leguleyo que reparte refrescos y chocolatitos a todos los que intervienen en el careo.
Sonríe y se larga.
Está harto de maltratos y de ineptitudes...
 
 
 
 
 
 
 
 

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